La dermatitis atópica (DA) es la patología cutánea más frecuente en la etapa infantil que deteriora de forma importante la calidad de vida de los pacientes y su entorno familiar.
Es una de las dermatosis fáciles de diagnosticar, pero difíciles de manejar. De hecho, podemos decir que no hay una medicación, en el momento actual, capaz de curarla, pero si se disponen de muchas medidas encaminadas a su control que podemos establecer hasta que llegue su curación espontánea, lo que ocurre en la mayoría de las ocasiones con la llegada de la pubertad.
La base fundamental de la terapia en DA se basa en:
- Medidas Generales, haciendo hincapié en el aspecto educativo que tiene como objetivo brindar una información correcta y accesible sobre esta enfermedad a los pacientes y/o las familias. También es fundamental la hidratación para restaurar la barrera cutánea, y el control de los factores exacerbantes.
- Control de la inflamación y prurito.
- Control de las complicaciones.
- Uso racional de los fármacos.
Tratamiento no Farmacológico
El objetivo fundamental es el control de la sequedad cutánea (xerosis), restaurando la función de la barrera cutánea. Para ello debemos evitar aquellos factores que la producen y promover una adecuada hidratación de la piel. Se aconseja: a. Baño. Es considerado necesario ya que ayuda a reducir la aspereza y el prurito en los pacientes con DA. La frecuencia y la duración del baño, es controvertido, pero se concluye que no influyen significativamente en la severidad de la enfermedad, por lo que en la actualidad se recomienda baño diario de corta duración. Aditivos como polvos de avena o arroz pueden ayudar a calmar el prurito y disminuir la inflamación. La lejía agregada al baño, dos veces por semana, disminuye la presencia de infecciones.